El Temple 0 – 2 Monzón
El partido no se preveía fácil porque El Temple, situado a mitad de tabla, se enfrentaba contra el tercer clasificado.
La primera parte (0-0) fue muy nivelada, con ocasiones para ambos equipos y con una buena labor en equipo.
Pero en la segunda parte llegó la masacre.
Una defensa que no se entendía, que no daba una, que no despejaba, que se le pasaba el balón entre las piernas. Por la banda derecha el equipo visitante entraba muy fácilmente, y la izquierda era un auténtico coladero.
Los locales se veían en apuros y ya no jugaron a nada. Balonazo hacia arriba pero ¿para quién? Arriba tampoco había nadie. El equipo estaba descompensado.
Llegó el primer gol, con un remate suave de cabeza entre tres defensas ajustado al palo. Increíble. Y a los tres minutos llegó el segundo. Se debió a un fallo de un central que regaló el balón al delantero del Monzón, le recortó y también dejó sentado al portero. Ellos lo celebraban como si estuviesen ganando una final y el equipo local se dedicaba a discutir. Quedaban unos 20 minutos, así que se hicieron cambios para que El Temple fuera más ofensivo, dejando a tres defensas. Pero ya no sirvió de nada, seguían sin jugar a nada.
Sin duda ha sido la peor segunda parte que les he visto jugar en los tres años que llevan. Ningún jugador dio “pie con bola”, nunca mejor dicho.
El partido no se preveía fácil porque El Temple, situado a mitad de tabla, se enfrentaba contra el tercer clasificado.
La primera parte (0-0) fue muy nivelada, con ocasiones para ambos equipos y con una buena labor en equipo.
Pero en la segunda parte llegó la masacre.
Una defensa que no se entendía, que no daba una, que no despejaba, que se le pasaba el balón entre las piernas. Por la banda derecha el equipo visitante entraba muy fácilmente, y la izquierda era un auténtico coladero.
Los locales se veían en apuros y ya no jugaron a nada. Balonazo hacia arriba pero ¿para quién? Arriba tampoco había nadie. El equipo estaba descompensado.
Llegó el primer gol, con un remate suave de cabeza entre tres defensas ajustado al palo. Increíble. Y a los tres minutos llegó el segundo. Se debió a un fallo de un central que regaló el balón al delantero del Monzón, le recortó y también dejó sentado al portero. Ellos lo celebraban como si estuviesen ganando una final y el equipo local se dedicaba a discutir. Quedaban unos 20 minutos, así que se hicieron cambios para que El Temple fuera más ofensivo, dejando a tres defensas. Pero ya no sirvió de nada, seguían sin jugar a nada.
Sin duda ha sido la peor segunda parte que les he visto jugar en los tres años que llevan. Ningún jugador dio “pie con bola”, nunca mejor dicho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario